Ya es víspera del día de Navidad, y no sólo en el Corte Inglés. Y a mí me sigue causando la misma reacción que los últimos tres o cuatro años: indiferencia. Debo de haber perdido el espíritu navideño. Supongo que tiene que ver con que todo es un teatro gigante montado en torno a una festividad religiosa mediante la cual los grandes comercios pueden lucrarse. Nunca me han atraído especialemente, pero en los últimos años menos aún los adornos, las luces, las cenas de navidad, los regalos, los villancicos. En fin, me parece todo muy absurdo y muy superfluo. Pero de entre todas las cosas que la Navidad trae consigo lo que más me interesa y me asombra son los anuncios de perfume. Son esos anuncios abstractos y sin sentido que pueblan nuestros televisores durante todo el año, aunque en navidad se multiplican, respondiendo como reflejo publicitario a la necesidad del perfume como regalo recurrente cuando no sabes qué regalar a un pariente lejano. Estoy seguro de que mentes más lúcidas podrían desarrollar tesis doctorales sobre el tema, pero no conozco a nadie que lo haya hecho, probablemente por tratarse de un tema banal y estúpido que no le importa a nadie. No obstante, yo voy a disertar sobre ellos. Lo primero que me asombra de estos anuncios es que probablemente sean los únicos que no reflejan ni una sola cualidad del producto anunciado. Es decir, no he visto a ningún anuncio de perfume que diga: "este perfume huele bien". ¿Por qué? ¿Por qué sustituir esto por paisajes oníricos y escenas absurdas o tíos y tías buenas restregando sus cuerpos perfectos entre sí? Porque esos son los dos tipos de anuncios de perfume que existen:
1-Los absurdos. Unos anuncios que muestran paisajes imposibles y una sucesion de escenas imposibles e inconexas que en ningun momento tienen nada que ver con el perfume, pero el diseño del frasco que contiene la fragancia probablemente encaje en el mundo de fantasía que nos ha descrito el anuncio. Siempre me he preguntado cúando un creativo publicitario creyó conveniente que lo mejor para anunciar un pefume es que el espectador no tenga ni idea de lo que está viendo hasta que vea el logo del perfume o su envase. No sé, me imagino la escena:
Señor Gucci: Buenos días, mi legión de publicistas, el otro día traté de comprar una isla del Caribe con palmeras de oro pero no me quedaba dinero suelto, de modo que he considerado que no soy lo suficientemente rico. Para solucionarlo crearé una línea de perfumes ¿Cómo podrían ser los anuncios?
Creativo Publicitario 1: Perfumes...pues...supongo que podríamos mostrar como una mujer al ponérselo consigue al hombre de sus sueños...
Creativo Publicitario 2: O también podríamos mostrar como una mujer semidesnuda corre por el universo a lomos de un rinoceronte desbocado hasta que impacta con un árbol flotante que se encuentra en medio de la nada mientras pasamos a cámara lenta y suena una música trepidante de piano.
Creativo Publicitario 1: ¡Pero eso es absurdo! ¡No tiene nada que ver con un perfume! Por cierto, ¿aquí no huele a porr...?
Señor Gucci: ¡Fantástico! ¡Es una idea sencillamente genial! Creativo Publicitario 2, quedas ascendido a Creativo Publicitario 1.
2-El segundo tipo de anuncios son los que usan el atractivo de sus actores para vender. Explotan el mundo sexualizado en el que vivimos y tratan de vendernos la idea de que si usamos la fragancia nos ligaremos a un tío o una tía como los del anuncio. En ellos se suele ver a En la práctica no consiguen engañar a nadie y sirven para que modelos de cuerpo perfecto totalmente inexpresivos añadan a su currículum "soy actor" cuando no tienen ni idea de interpretación.
Con ambos tipos de anuncios, prescindibles ambos, nos bombardean en estas fechas. Y en cantidades industriales. No creo que exista una gama de olores tan amplia como para la cantidad de perfumes que hay. Estoy seguro de que debe haber algunos que se repitan. Supongo que la cantidad de anuncios seguirá aumentando, pues siguen sacando nuevos perfumes cada año. Bueno, no exactamente. Sacan un perfume nuevo y en el anuncio pone "nueva fragancia", pero al año siguiente sigue teniendo el mismo adjetivo de "nueva". Debe haber "nuevas fragancias" que llevan siendo nuevas desde hace años. Supongo que la edad de los perfumes se cuenta como la de las estrellas, de modo que, comparado con la edad de una enana blanca, un perfume que lleva cinco años en el mercado sigue siendo nuevo.
En fin, tras estas divagaciones difusas como un perfume en un ambiente enrarecido por el pedo de un mono borracho(sirvo para creativo publicitario, ¡hurra!), pasemos a lo que todos esperan de una entrada de navidad: villancicos. Villancicos seleccionados por mí, así que no esperéis nada especialmente navideño y convencional. Estos son:
¡Feliz día de los regalos a todos!
¡Sed felices!
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